ACQUA TOFFANA: CRÍMENES, SECRETOS Y VENENOS
En la Italia del siglo XVII podías morir de peste, hambre, guerra o … por el acqua toffana.
Esta es una historia de crímenes, secretos y venenos. El agua toffana, un preparado herbal que tuvo la fama de matar sin dejar rastro, sin notarse, indetectable. Y que durante el siglo XVII parece que causó furor entre las damas italianas. Pero un furor callado, secreto y hermético. Una gota al día durante cierto tiempo hasta que llegaba la postrera que llenaba el vaso y caput. O si la causa era urgente, un chorrito y se acabó. La preparación, venta y distribución eran a la fuerza clandestinas y la discreción unía sin querer a cientos o quizás miles de esposas defraudadas que se tomaban la justicia por su mano. No es de extrañar, puesto que de la otra justicia, la que ejercían los hombres, apenas les tocaban unas migajas. En realidad fue esa justicia de los hombres, disfrazada de justicia divina, la que decidió ejecutar a las “tofanas” que la preparaban, madre, hija y nieta. Brujas criminales para algunos, justicieras heroínas para otras, las Toffana facilitaron el acceso a la viudedad a tantas mujeres como fue posible. Se dice, se cuenta, que una de esas mujeres se arrepintió a tiempo y decidió no cambiar de estado. Al sentirse culpable, rompió un pacto de silencio y el castillo de naipes se desmoronó. Cayeron con él las esperanzas de algunas y la seguridad de otras.
Crímenes
He prometido crímenes, secretos y pociones venenosas. Lo de crímenes da que hablar, puesto que el acqua toffana ha pasado a la posteridad como el medio por el cual una mujer casada podía matar a su marido de manera imperceptible, sin hacer ruido y sin que nadie pudiera sospechar nada. ¿Y para qué habría de matar a su marido? La razón más esgrimida es el librarse de un maltrato. Entonces alguien podría alegar que no se trata de un crimen sino de legítima defensa. No podemos descartar que hubiera otro tipo de intereses y que el móvil fuera económico, celos o algún otro. En cualquier caso los “accidentes domésticos” fueron un riesgo de muerte entre las mujeres del siglo XVII en Italia. Este tipo de crimen era ejecutado únicamente por maridos maltratadores frente a los cuales sus mujeres no tenían ningún tipo de protección. Los crímenes ocurridos en el domicilio conyugal no podían ser juzgados a menos que el hombre se declarara culpable, puesto que siempre se podía encontrar una razón casual para el hecho. Aunque quizás más atroz era una existencia de maltratos continuos sin posibilidad ninguna de escaparse de ella salvo… el acqua toffana.
Otro riesgo azotaba exclusivamente a las féminas: los partos con mal final. Uno de los motivos de los partos desventurados es el resultado directo del maltrato y la dejadez al privar a las mujeres de la atención adecuada. Esta circunstancia fue consecuencia directa de que los partos dejaron de ser atendidos por comadronas tradicionales cuya sabiduría pasaba de madres a hijas de manera oral. Estas comadronas acompañaban a la madre y al recién nacido antes, durante y después del parto. Además también proporcionaban información, de todo tipo, sobre salud femenina y (y esto es lo que no gustaba a según quien ) anticoncepción. Eliminadas las comadronas por las buenas, negándoles la posibilidad de ejercer, o por las malas, acusándolas de herejías por la inquisición, los partos quedaban en manos masculinas que poco apreciaban las necesidades reales de la parturienta. El acqua toffana podía eliminar el origen de este riesgo, sin marido no hay necesidad de parto.
Todavía un cuarto tipo de crimen planea sobre esta acqua toffana, el crimen de estado cometido contra las mujeres que lo comercializaban. Acusadas por la inquisición, fueron ejecutadas como correspondía a la época, no sin antes arrancarles todo tipo de confesiones bajo tortura. Gracias a esas confesiones se clasificó como un veneno al acqua toffana. Si realmente se utilizó con esta intención o solamente fue una alucinación inquisitorial confirmada bajo torturas, no sé cómo podemos saberlo. Pero soy de la opinión que las confesiones bajo tortura no tienen ningún valor como testimonio real más allá de un reflejo del pensamiento de los verdugos.
Así pues cuatro tipos de crímenes esconde la existencia del acqua toffana: el perpetrado por las mujeres, el perpetrado por los hombres, el perpetrado por la desatención de la condición femenina, el perpetrado por los verdugos inquisitoriales.
Secretos
El acqua toffana fue un secreto en tanto en cuanto se trataba de una fórmula fuera de los circuitos controlados por la herbolaria oficial. Sin formar parte de ninguna recopilación impresa ni prescripción de facultativos, el acqua toffana era, según cuentan, una invención de Giulia Toffana, aunque luego se difundiera y otras “toffanas” aparecieran por la geografía italiana.
¿Cómo las señoras que buscaban este servicio se ponían en contacto con la toffana y recibían su frasquito? No se sabe, era un secreto y así se ha quedado.
¿Cuál era la composición de este agua? No se sabe, era un secreto y así se ha quedado.
Para la misógina sociedad del siglo SXVII el mundo de las mujeres estaba rodeado de secretos y los secretos eran punibles. Sin embargo la herbolaria femenina de la época es conocida por utilizar una red de información paralela a la de los hombres. Esta red estaba basada en la oralidad, en los apuntes a mano en papelitos, en las recetas de la vecina o de la amiga, como esas carpetitas donde las abuelas guardan las recetas de cocina. Se trataba de una red exclusivamente femenina que da signos de existencia en las cartas que las damas de bien se enviaban entre ellas. Las más humildes y analfabetas sólo podían disponer de su memoria.
Pociones venenosas
Por más que busques y rebusques no vas a encontrar una receta del acqua toffana en ninguna parte, al menos una receta que sea verificable. Es un secreto, ya lo sabes. Sin embargo una se queda con las ganas de saber su composición y comprobar si realmente era un veneno o no lo era. Muchas de las plantas consideradas medicinales en el siglo XVII ahora son consideradas tóxicas y ningún herbolario te las venderá. Del mismo modo algunas de las fórmulas del momento estaban vinculadas a la dosis para esperar un resultado u otro, siendo que mal empleadas terminaban con los problemas del paciente a la par que con el paciente mismo.
Lo de las mujeres envenenadoras es un arquetipo muy antiguo porque atenta directamente contra el status reservado a la mujer en las sociedades patriarcales. Si la mujer tiene que ser pasiva, sumisa y fecunda, la envenenadora no cumple ninguno de esos requisitos y este simple hecho ya es incriminatorio. Por esta razón el acqua toffana triunfa en el imaginario colectivo, porque ya existe un poso que lo alimenta.
Postdata
Teniendo ya escrito este post y a punto de publicarlo, me entero de que el premio Primavera de novela del 2025 otorgado por Espasa y el Corte Inglés, ha recaído en una novela que lleva por título LA TOFFANA. Muy acertado realizar una novela sobre este tema que contiene tantos hilos de los que tirar. No he tenido tiempo de leerla, pero queda apuntada para hacerlo. La he buscado en Amazon y allí está: https://amzn.to/4cvb9CU